¿Nepotismo en el judo madrileño?: El linaje que controla la federación como una dinastía desde 1982
Paco Valcárcel presidió esta federación deportiva 34 años.
Le sucedió su sobrino, y a este su exmujer en 2022.
Gestiona un presupuesto de 1,8 millones y es la que más
licencias tiene en toda España
El 18 de noviembre de 2022, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, recibía en la sede de su Gobierno el cinturón negro honorífico de la Real Federación Española de Judo y Deportes Asociados (que incluye el ‘Aikido’, el ‘JiuJitsu’, el ‘Kendo’ y el ‘Wushu’). La nota de prensa decía que la iniciativa era una “propuesta de la Federación Madrileña de esa disciplina”. De hecho, la presidenta de la federación madrileña, Neli Lorenzo, era la encargada de abrocharle a la política el cinturón en el ‘judogi’ que Ayuso se había puesto para la ocasión.
Neli Lorenzo apenas llevaba once días en el cargo cuando le colocó el cinturón negro a Ayuso. Neli Lorenzo es la exmujer del anterior presidente, José Luis Valcárcel, que a su vez era sobrino de su predecesor en el cargo, Francisco Valcárcel. Esta familia lleva controlando ininterrumpidamente la federación madrileña desde 1982. El judo es el séptimo deporte en España con más licencias (casi 99.000), siendo la madrileña, de lejos, la que más federados aporta: 33.851, según los últimos datos oficiales a cierre de 2022.
“El nepotismo se ha instalado en la federación desde hace décadas. Ni es normal, ni es sano. Tendría que haber habido una renovación en la presidencia, pero no ha sido posible. Esto parece una dinastía”, señalan varios federados a Infobae España. Todo empezó con Francisco Valcárcel Robles, que ocupó la presidencia de la federación madrileña de judo entre 1982 y 2016. Todo un referente en este deporte. De hecho, también fue director deportivo y vicepresidente de la federación española. “Su mejor victoria fue democratizar el judo en Madrid, cuando esta actividad era un espacio castrense manejado por los cuerpos de seguridad”, señala el obituario que le dedicó el diario Marca cuando falleció en enero de 2021.
Paco Valcárcel estuvo 34 años en el cargo. Había cesado en el puesto en 2016, aunque seguía siendo presidente de honor de la madrileña. Le sucedió su sobrino, Jose Luis Valcárcel, instructor de judo y árbitro nacional e internacional. José Luis estuvo seis años y dimitió por razones personales en octubre de 2022. Cuatro meses antes, en julio de 2022, había dejado preparada su ‘sucesión’ nombrando como vicepresidenta de la federación a su exmujer. “El presidente informa que se propuso en la última reunión de Junta Directiva y Comisión Delegada a Neli Lorenzo Abad para cubrir la vacante de vicepresidencia, y que fue aceptada con el beneplácito de todos los presentes”, reza un acta de la Asamblea General Extraordinaria de la federación madrileña celebrada el 3 de julio.
Neli Lorenzo era por entonces trabajadora de la federación y coordinadora del programa de tecnificación. Esto ya fue el colmo para algunos. “Tras 40 años de presidencia de los Valcárcel, era el momento de la renovación, pero vemos cómo todo se prepara irregularmente para que siga controlando la federación la misma familia, ahora con la exmujer de José Luis Valcárcel, que en cinco meses es nombrada vicepresidenta y luego presidenta”, explican los federados antes mencionados. ¿Por qué hablan de irregularidades? El 3 de octubre de 2022, el entonces presidente José Luis Valcárcel explicaba los motivos de su dimisión en una carta en la que asegura dejar en buenas manos la federación con “un gran equipo liderado ahora por Neli Lorenzo como presidenta”.
Pero hasta el 14 de octubre no se convocó a la Asamblea General de la federación para iniciar el proceso electoral que culminaría el 7 de noviembre. ¿Por qué entonces el 2 de octubre Valcárcel ya presentaba como presidenta a su exmujer? Una federada impugnó las elecciones asegurando que se incumplían los estatutos y el reglamento electoral porque, según la normativa, no puede ser elegido presidente quien sea empleado de la federación y solo quien pertenezca a la Asamblea, formada por una representación de clubes, deportistas, entrenadores y árbitros. Y Neli Lorenzo era empleada y no formaba para de la Asamblea. Es decir, no podía presentarse a la presidencia.
Comparecencia en el Parlamento madrileño
De hecho, en los documentos que obran en poder de Infobae España, Neli Lorenzo no aparece en el censo de representantes de la Asamblea. Tras la impugnación de esta federada, la federación modificó el censo e incluyó a Neli Lorenzo como representante del club Inmaculada Concepción, miembro de la Asamblea. El asunto llegó incluso al Parlamento madrileño tras una reclamación a la Dirección General de Deportes de la Comunidad de Madrid. El diputado socialista Diego Cruz hizo comparecer al director general de deportes para exigirle que actuaran de oficio para comprobar la legitimidad de las elecciones de una federación “que no se renueva en sus principales cargos, ya que todo es una cuestión sucesoria que pasa de unos familiares a otros”. No hay que olvidar que aunque la federación es un ente privado, recibe subvenciones públicas. En 2022 fue de hecho la segunda federación deportiva (tras la de natación) que más dinero percibió por parte de la Comunidad: 185.411 euros.
Para la Comunidad, el proceso de elección de Neli Lorenzo se efectuó correctamente porque no se presentó ningún recurso ni impugnación, solamente una queja. En las elecciones del 7 de noviembre de 2022 emitieron su voto 34 electores, de los que 32 apostaron por Neli Lorenzo Abad y solo dos por su rival electoral, Francisco Lorenzo Aparicio (aunque compartan el primer apellido, no son familia), campeón de Europa, subcampeón del mundo y diploma olímpico. “No me corresponde a mí decir si el proceso de elección de Neli fue irregular o no”, señala diplomático este último. “Yo decidí presentarme porque pensé que la federación madrileña necesita una renovación y un impulso. Lo hice sabiendo que me presentaba a una pelea electoral desequilibrada y perdida de antemano”.
Neli Lorenzo explica a este diario que su elección fue legal. “Mi exmarido dimitió antes de que acabara su mandato como presidente y yo fui elegida presidenta en funciones antes de las elecciones. Y claro que me podía presentar”, asegura. “Primero, porque antes dejé de ser trabajadora de la federación [siéndolo no podía]. Y segundo, porque sí pertenecía a la Asamblea, ya que el representante legal del club Inmaculada Concepción delegó en mí. Todo se hizo jurídicamente bien”. Lorenzo no ve extraño que la familia de su ex y ahora ella lleven 40 años al mando de la federación. “A todos nos eligieron democráticamente. Es normal que se tire de gente de confianza. Hay que implicarse mucho para este trabajo, tener ganas y conocer muy bien la federación. El amor a este deporte hay que vivirlo”.
La federación madrileña maneja un presupuesto de 1.806.000 euros, y se gasta 466.000 euros en nóminas. El portal de transparencia no especifica el salario del presidente. “Tengo una retribución de 3.000 y pico euros al mes como autónoma que facturo a la federación”, explica Neli Lorenzo, que asegura que se presentará a las elecciones de 2024. De momento, su hija Eva Lorenzo Valcárcel también es trabajadora de la federación. ¿Está la dinastía asegurada?