jueves, 5 de septiembre de 2013

La millonaria apuesta por los Juegos Olímpicos del 2020.
jueves 05 de septiembre de 2013. Economia y Negocios.






Estambul, Madrid o Tokio. El próximo viernes 7 de septiembre, una de esas tres capitales festejará por haber sido escogida sede de los Juegos Olímpicos de 2020, los sucesores de Río 2016. Y las expectativas son altas en las tres urbes, especialmente después de los buenos resultados económicos de Londres 2012. Según las últimas estimaciones, ese evento repartió unos US$ 20.300 millones entre os ingleses y ayudó al país a salir de la recesión.

Inversiones

De las tres ciudades candidatas, la que más dinero deberá invertir si resulta ganadora es Estambul, que tendría que desembolsar US$ 19 mil millones para renovar la deficitaria infraestructura de la ciudad. Estambul se ofrece como anfitrión para que los Juegos
desembarquen por primera vez en un país con predominio musulmán. Promociona su modelo de fuerte crecimiento económico y atractivo para inversión extranjera. Pero llega a la elección marcado por la represión a las protestas sociales contra el gobierno del islamista Recep Tayyip Erdogan. Asimismo, las imágenes sangrientas de la plaza Taksim en mayo despertaron condenas internacionales. Además, Turquía está al lado de Siria, por lo que llena sus fronteras de refugiados mientras crece la incertidumbre sobre la estabilidad de la región.

Estambul, Madrid y Tokio compiten por ser sede de la cita deportiva. De ganar la capital turca tendrá que invertir US$ 19 mil millones.

En contraste, los JJ.OO. de Madrid serían los más baratos, ya que la ciudad prevé una inversión de unos US$ 2 mil millones para completar el mapa de infraestructuras necesarias. Esto porque en sus dos intentos anteriores de ser sede olímpica (2012 y 2016) la han hecho invertir ya casi US$ 8.500 millones en infraestructuras de transporte e instalaciones deportivas. A la capital española eso sí le tocará luchar contra el fantasma de la crisis financiera, el gran lastre de este tercer intento por ganar la sede de los Juegos. Pero los fracasos anteriores les dejaron algo más que una gruesa deuda a los gobiernos del Estado, la región y el municipio: también legaron a la ciudad una infraestructura deportiva, urbanística y de transporte de primer orden mundial.

En cuanto a Tokio, el gobierno de la ciudad ya tiene reservado cerca de US$ 4.500 millones para que la metrópolis quede en óptimas condiciones para recibir la cita olímpica.

Con Turquía complicada con problemas políticos y España por su economía, la capital japonesa ha aparecido como “la opción segura”. 

Sin embargo, ese rótulo se ha visto cuestionado por el desastre de la central nuclear de Fukushima, que todavía genera problemas.