lunes, 1 de octubre de 2018

Las incongruencias de los llamados campeonatos mundiales de judo

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SANTO DOMINGO, República Dominicana.- De manera rimbombante se anuncia por parte de los organizadores los resultados de los llamados Campeonatos Mundiales de Judo que se desarrollaron en Baku la capital de Azerbaiyán del 19 al 27 septiembre 2018.
Ni hablar de la participación dominicana que con los atletas Wander Mateo (-66 kg), Medickson del Orbe Cortorreal (-81 kg), Robert Florentino (-90 kg) y Lewis Medina (-100 kg) tuvieron siete combates donde sólo lograron tres victorias y cuatro derrotas acumulando un porcentaje negativo entre ganados y perdidos, o sea, siguen ganando los eventos de mentira y perdiendo los de verdad lo que constituye una lástima dado que hoy día tienen a su favor un mayor presupuesto, apoyo de sus actividades por parte del Comité Olímpico Dominicano y de la propia Federación Internacional de Judo con la idea expresa de obviar la figura de Jaime Casanova Martínez y su exitoso paso por la entidad local donde llevo la disciplina a todo el territorio nacional, le dio casa propia, elevó sustancialmente la obtención de medallas en eventos internacionales e internacionalizó el judo dominicano entre otros importantes y valiosos logros.
Lo que nos ocupa hoy día es este evento en Baku donde participaron 755 atletas repartidos en 458 hombres y 297 mujeres siendo una cifra significativa para los 124 países que presentaron atletas en un certamen donde Europa tuvo el 47.41 % de los competidores, 24.10 % Asia, 13.50 % Panamerica, 12.45 África y 2.38 % Oceanía.
Ciertamente que los países europeos tienen una clara ventaja en participación sobre los demás continentes con casi un cincuenta por ciento del total y no puede ser de otra manera por los altos costos de los alojamientos, alimentación y ni que hablar de las distancias que encarecen los boletos aéreos y como ejemplo esta que desde San José, Costa Rica a Baku debemos recorrer 12677 kilómetros.
EL AUTOR es dirigente panamericano de judo.
De ser cierto que este evento acumula puntos para la participación de los Juegos de la XXXII Olimpiada a realizarse en Tokio, Japón del 24 de julio al 9 agosto 2020 sin duda alguna que los europeos llevan una elevada y significativa ventaja sobre los demás continentes como ha sido la norma desde que Marius Vizer preside la Federación Internacional de Judo.
En esta oportunidad la participación de Panamericana estuvo muy mermada pues entre los 19 países y 102 atletas que representaron al continente americano solo cinco subieron al podium sin ninguna presea dorada y en base a dos de plata y cuatro de bronce para acumular seis medallas y de los 124 países que vieron acción en la justa solo 22 obtuvieron medallas.
Así los cubanos con dos plata y Brasil, Canadá, Argentina y Colombia con un bronce cada una y es que las reglamentaciones benefician a quienes tienen el poder económico al permitir más de un atleta por categoría de peso alejando cada vez más las preseas para los países que con gran sacrificio participan en estos eventos.
Los ejemplos prácticos están en los 60 kilogramos masculinos donde TAKANO, Naihisa se alzó con la medalla de oro y NAGAYAMA, Ryuju con el bronce, ambos representando al Imperio del Sol Naciente, Japón.
Igual pasó con ABE, Uta y SHISHIME, Ai compitiendo en los 52 kilogramos femeninos donde la primera obtuvo el oro y la otra la medalla de plata, ambas japonesas.
Veamos los 70 kilogramos femeninos donde ARAI, Chizuru y ONO, Yoko compitiendo por Japón se alzaron con preseas de oro y bronce, respectivamente.
Como notas a resaltar la estrepitosa caída del judo cubano luego de la salida de Ronaldo Veitia y Justo Noda quienes se desempañaban como exitosos entrenadores en jefe de los colectivos femenino y masculino, respectivamente.
Otra dicotomía corresponde a España quien tuvo que recurrir a la nacionalización de Nikoloz Sherazadishvili nacido en Tbilisi, Goergia y que por primera vez le dio a los hispanos una presea de oro en la división de menos de 90 kilogramos.
Claramente que la hegemonía de los europeos y aquellos países que disponen de sobrados recursos son los que se adjudican las presas en estos certámenes cada vez más lejos del tercer mundo dejando claro que Japón tuvo una participación excelsa pues sus 16 preseas con siete de oro, cinco de plata y cuatro de bronce y además resultando victorioso en las competiciones por equipo mixto.
Aqui esta el resultado de aquellos dirigentes panamericanos y de otros continentes que hace poco más de una década decidieron dar el salto al vacío en el judo mundial abandonando a los atletas y el desarrollo creciente de la disciplina en sus respectivos países.
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