El 11 de septiembre 2001 el mundo cambió con el ataque a las Torres Gemelas, El Pentágono y el avión que cayó en Pensilvania para un total de muertos ascendentes a 3016 personas y 6000 heridos con todo tipo de secuelas para el resto de sus vidas.
A partir de ese momento la lucha para eliminar a Al-Qaeda se intensificó hasta nuestros días con casi 20 años de lucha contra nuevos atentados, invasiones, ataques premeditados por Estados Unidos y sus aliados logrando hasta la fecha un control de esos grupos.
Ahora y desde finales del 2019 el globo terráqueo se ha tenido que enfrentar a la pandemia del nuevo Coronavirus el que los científicos han designado como el Covid-19 como un virus esparcido por toda la tierra en este momento.Lo sucedido en 2001 inició la lucha contra un enemigo material, ubicable y eso ha permitido realizar hazañas puntuables de exterminio por acciones militares definidas por los líderes políticos del mundo las que son ejecutadas por los brazos armados gubernamentales correspondiendo a sus ejércitos.
Con el Covid-19, y a pesar de que los científicos habían hecho premoniciones durante largo tiempo de que vendría una pandemia, los gobiernos no se prepararon para ésta entrada en escena y mucho menos los respectivos servicios de salud, o sea, ha tomado los países por sorpresa sin suficientes camas hospitalarias, equipos, medicamentos, personal sanitario y de soporte, etc., entre muchas otras falencias pero, peor que todo eso, es luchar contra un enemigo invisible que aparece imprevistamente y donde la humanidad no puede definir el o los campos de batalla ni una estrategia con la fecha en que vencerá al enemigo porque los plazos son dictados por ese incursionado invisible.
Otro factor en contra de la lucha de este enemigo es que los gobiernos tienen que enfrentar a la población que a regañadientes “acepta” las medidas gubernamentales de aislamiento para evitar la expansión comunitaria lo que no va a permitir fijar y desarrollar efectivamente las políticas sanitarias.
Al respecto de la aparición del Covid-19 el otro fenómeno que afecta negativamente el accionar sanitario mundial es la desinformación o información falsa que como dirían los internofilos estamos frente a los fake news mas exacerbados de la historia.
La medicación para atacar la enfermedad o virus de los miles de afectados de cada país a nivel mundial son opcionales o empíricas para los galenos que día a día luchan aún a riesgo de su propia salud contra este flagelo mundial de consecuencias, hasta la fecha, imprevisibles.
Definir, estructurar, probar y producir lo que puede ser una vacuna efectiva según los expertos tardará más de 18 meses con el consecuente problema de producción en masa, precio y distribución.
Hemos visto que las epidemias de SARS, Mers, el Ebola, la Gripe Aviar y Gripe Porcina, entre otras, fueron localizadas en áreas específicas del mundo, lo que permitió su control situacional muy diferente a esta pandemia que dejará sus rastros a nivel mundial de manera endémica.
El impacto terrible del Covid-19 ha obligado, a la que según algunos, es la nación más poderosa del mundo, Estados Unidos, a dictaminar el Estado de Desastre General Simultáneo para todos los estados por primera vez en su vida republicana manteniendo un gobierno cerrado y sin fecha para reiniciar operaciones donde ya el presidente Donald Trump ha indicado que para reabrir las mismas va a ser la decisión más difícil que le tocará definir.
Después de esto el orden económico mundial tendrá otros ribetes y la presión de los pueblos sobre sus gobernantes se va a acentuar de manera tal que redefinirá las ejecuciones presupuestarias y la vigencia de ciertos presidentes que no han actuado de acuerdo a los designios y necesidades vitales de la población.
Los infectados por millones, fallecidos por miles y recuperados en una proporción que no satisface a los servicios de salud marcarán para siempre la sociedad mundial sin dejar de lado la enseñanza de la necesidad real en ocuparnos de la vida del planeta que en ésta pandemia ha recuperado su esplendor el que día a día le quitamos con las emisiones de gases de efecto invernadero contaminantes entre otros males definidos por el hombre y su trayectoria por el planeta tierra.
Otro punto álgido es el abastecimiento de los centros de expendió alimenticio que depende en gran mayoría de las labores agrícolas que en cierto modo se ven afectadas y pudiera reducir su caudal de entrega de esos insumos indispensables para la sobrevivencia humana.
Algunos países ya están decidiendo la apertura de las principales fábricas, factorías, etc., de labores no esenciales lo que consideramos una torpeza e insensatez con lo que estaríamos regresando al punto de partida de la pandemia comprometiendo lo que serían los “muertos designados”
of-am