CON LOS CAMPEONES
Más sobre el Pabellón de la Fama y una carta de Jaime Casanova
Listin Diario, sabado 31 octubre 2015.
Me pregunta el lector Radhamés Pimentel, de esta capital, a qué me refiero, cuando en mi columna del pasado sábado señalé, que hay que elevar los estándares en la elección de los exaltados al Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano. Es muy simple. Lo que quiero significar con eso, es que han sido escogidos para la Inmortalidad, antiguos atletas que fueron buenos en sus respectivas disciplinas, pero que realmente no tienen la categoría para pertenecer a la élite del deporte dominicano. Me dice Pimentel que mencione nombres, pero en eso no puedo complacerlo, para no herir susceptibilidades y porque quienes han sido electos mediante un listón muy bajo de calidad, no tienen la culpa de su elección.
Reitero que lo malo de todo esto es, que mientras existen unos que sin tener los créditos suficientes hoy son inmortales, hay una la legión de grandes deportistas y propulsores, que teniendo el mérito suficiente para pertenecer al Olimpo del deporte nacional, no han recibido el honor que se han ganaron con sus hazañas y ejecutorias. De este último grupo sí puedo citar algunos de ellos: Héctor Báez, Tito Horford, Humberto Rodríguez, Domingo Ramos y un largo etcétera, que recoge a una larga lista de propulsores y atletas de todo el país, que han dejado la piel para gloria y engrandecimiento de nuestro deporte .
Carta de Jaime Casanova
A propósito de mi columna de la pasada semana, sobre el Pabellón de la Fama, el ingeniero Jaime Casanova, ex presidente de la Federación Dominicana de Judo y antiguo miembro del Comité Ejecutivo el Comité Olímpico Dominicano, me escribió la siguiente carta, que voy a compartir con ustedes:
A propósito de mi columna de la pasada semana, sobre el Pabellón de la Fama, el ingeniero Jaime Casanova, ex presidente de la Federación Dominicana de Judo y antiguo miembro del Comité Ejecutivo el Comité Olímpico Dominicano, me escribió la siguiente carta, que voy a compartir con ustedes:
“Tu artículo debería de hacer una gran reflexión en la manera de como se selecciona s los miembros de ese organismo. Me pregunto cuándo se van a colocar los grandes atletas que en las últimas dos décadas han dado prestigio al deporte dominicano? Esto así porque el numero de elegidos cada año no está en proporción con los muy merecidos atletas, como son las muchachas del voleibol, las estrellas del boxeo, etc. Lo más preocupante es no inmortalizar a alguien en la fecha que se merece, lo que al producirse varios años o décadas más tarde se, convierte en una desilusión para atletas que ya han superado con creces las hazañas deportivas por las que se introduce a tal o cual deportista. Es más, el Pabellón de la Fama debería dividir y resaltar la época de los inmortalizados y así hacer más creíble su elección, frente a realidades deportivas recientes. Algunos directivos del Pabellón alegan que el estatuto actual los limita y la pregunta es,¿ no se puede modificar? En muchos países del mundo existe una tabulación única, donde se asigna puntuación determinada a la medalla o logro deportivo, para bajo un standard único de puntuación, obtener un número final que pudiera calificar o no al nominado. El tráfico de influencia de tal o cual grupo de poder dentro del deporte, hace un enorme daño al Pabellón de la Fama del Deporte dominicano, pues en la mayoría de los casos, se imponen a figuras creíbles y bien ponderadas. Los que hemos tenido la suerte de ser parte de la dirigencia nacional, sabemos lo que es ese manejo de posibilidades de candidatos, cabildeo, etc. ¿Cómo, si estamos en la era digital, no tienen los usuarios de las redes sociales la oportunidad de hacerse sentir en estas escogencias? ¿Por qué el Pabellón no abre en determinada fecha y por un espacio de tiempo las nominaciones al público por medio de un formulario único? ¿Por qué el Pabellón no publica la nómina de TODOS los nominados en sus archivos? La transformación es necesaria en lo inmediato, para no continuar con lo que podríamos llamar justicia tardía en la inmortalidad de los merecidos atletas dominicanos. Recordar que hoy día la elevación a la inmortalidad deportiva, es similar a una pensión del estado, la que es necesitada por muchos. No dejar de lado a los PROPULSORES PROVINCIALES, es de justicia, por sus largos años al servicio del deporte y en su gran mayoría con extremas necesidades económicas. Ojalá muchos no sean nuestros Grandes Inmortales, cuando estén convertidos en Grandes Muertos!”