Andrea defendía la tricolor con respeto y orgullo en el tatami.
Andrea defendía la tricolor con respeto y orgullo en el tatami
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SANTO DOMINGO. Después de una carrera de logros en el judo, Andrea Hernández se retiró en1999, y dedicó su tiempo a terminar su carrera de educación física, y ahora imparte docencia en su natal La Vega.
“Para mí, el año 2014 fue maravilloso, Dios me premió con muchas cosas, incluyendo la exaltación al Salón de la Fama del Deporte Dominicano, que esperaba desde hace tiempo”, reveló.
Hernández es la primera judoca dominicana en alcanzar medalla de oro de manera individual , proeza que logró en los Juegos Centroamericanos en 1986, celebrados en Santiago de los Caballeros.
Andrea también pertenece a los pabellones de las Artes Marciales, el de Judo Panamericano en Chile y el Salón del Deporte Vegano. “El judo me abrió muchas puertas, también a mi familia, porque a través de este deporte crecí como atleta y, además, recibí ayuda económica”.
En el tatami competía en 66 kilogramos, y después de su retiro de 10 años, lo hacía en 70 kilogramos. “En mi generación éramos muchachos sanos, obedientes y disciplinados, en todo el tiempo que estuve en la selección nacional de mayores, había un respeto entre nosotros, ahora no se ve eso”.
Explicó que el deporte ha cambiado mucho y más en la parte de respeto. En la época donde Andrea practicaba, había que saber la manera en que los alumnos se dirigían a los superiores, ahora la nueva generación no respeta a sus maestros. “Mis profesores eran como mis padres. Le digo a la juventud que el deporte abre muchas puertas, y más ahora que en el país dan becas universitarias en varias disciplinas”.
Hernández no descarta la posibilidad de enseñarles a las jóvenes todo lo que aprendió durante su trayectoria.
