A DONDE VA EL JUDO JAPONES?
- ¿Adónde va el judo japonés?
El estatus del judo japonés, que ostentó un largo reinado por ser el judo más fuerte a nivel mundial gracias al apoyo de la generación de Yamashita Yasuhiro y Saitō Hitoshi, está fluctuando y se ve amenazado por Europa, Rusia y el ascenso de Asia Central. Creo que un símbolo de esta tendencia fue la final de la categoría de más de 100 kg en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000 entre Shinohara Shin’ichi y el francés David Douillet. Nadie dudaba de la victoria de Shinohara; no obstante, al neutralizar un uchi-mata (barrido por el interior de las piernas) que le hizo Douillet, ambos competidores cayeron al tatami (suelo) en una confusa postura y tanto el árbitro principal como el segundo árbitro discreparon en su decisión y, finalmente, le otorgaron el punto a Douillet. El entrenador Yamashita Yasuhiro apeló al equipo arbitral pero no pudo revocar la decisión; Shinohara se quedó con la medalla de plata y Douillet con la de oro, lo que lo convirtió en un héroe nacional en Francia. Aunque los medios de comunicación japoneses informaron del suceso bajo el titular de “El error arbitral del siglo”, el propio Shinohara muy afligido comentó valientemente después del combate: “Me derrotó porque fui más débil”.
Los sucesores de Shinohara en la categoría de pesos pesados aparecían uno tras de otro: Inoue Kōsei, Suzuki Keiji, Ishii Satoshi. Todos ellos consiguieron ganar la medalla de oro: Inoue en los Juegos Olímpicos de Sydney en la categoría de 100 kg, Suzuki en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, en la categoría de más de 100 kg, y en las Olimpiadas de Beijing 2008 Ishii compitió en la misma categoría. Sin embargo, de cara a los Juegos Olímpicos de Londres 2012, Japón no tiene a ninguna estrella resolutiva en la categoría de pesos pesados.
Es preciso mejorar y expandir el judo competitivoEn Japón, a partir del año escolar 2012, las artes marciales, incluyendo el judo, serán obligatorias en la escuela secundaria. El Ministerio de Educación, Cultura, Deportes, Ciencia y Tecnología ha adoptado esta medida con el objetivo educativo de preservar la cultura tradicional y desarrollar una actitud de entendimiento mutuo. Según sus propias palabras, las artes marciales son “una forma de cultura característica de nuestro país” y “se buscará entrenar y competir respetando al otro a través de la comprensión del pensamiento tradicional de las artes marciales”. Sin embargo, la incorporación de las artes marciales a la asignatura denominada “Salud y Educación Física” ha generado un problema que nace de la escasez de maestros capaces de enseñar judo, y desde el punto de vista de la gestión de la seguridad se han señalado problemas. Ante estas circunstancias, la Federación de Judo de Japón ha decidido introducir el Sistema de Cualificación Certificado de Instructores de la Federación de Judo de Japón por primera vez desde el siguiente ejercicio fiscal, en 2013. Hasta ahora, los cinturones negros de más de 20 años de edad podían convertirse en instructores; pues bien, ahora se ha establecido una división en tres grupos; por ejemplo, los candidatos que tengan quinto dan (grado) o más podrán optar a la “categoría A”, y los que tengan tercer dan o superior estarán en la “categoría C”.
En Francia, que tiene el mayor número de practicantes de judo del mundo, este arte marcial japonés ocupa la segunda posición como deporte de competición por detrás del fútbol, y su enseñanza recae en los instructores de los dōjōs (lugar empleado para el entrenamiento de las artes marciales) de la comunidad regional que son poseedores de la correspondiente calificación nacional. El nivel de la titulación de instructor de judo está reconocido como equivalente a una licenciatura universitaria, y ocupa una posición muy destacada dentro de la sociedad francesa, que da gran importancia a los títulos. Además del anteriormente mencionado Douillet, está el francés Teddy Riner, que está considerado actualmente como el yudoca (practicante de judo) más fuerte del mundo. Riner ganó en la categoría de más de 100 kg del Grand Slam de París en febrero de 2012, torneo en el que ningún miembro del equipo masculino japonés obtuvo la medalla de oro. Al fijarse en Francia, país que ha sido capaz de dar yudocas de semejante nivel, se puede concluir que su éxito se sustenta en la consolidación de su estructura, basada en la cooperación entre el gobierno y la comunidad regional, lo que les ha permitido aumentar enormemente el número de practicantes y mejorar su nivel competitivo. Aunque hacer una comparación tan básica sería simplificar el problema, el número de practicantes de judo de Francia ha ascendido a 800.000 frente a los 200.000 que tiene Japón. ¿Podrá la próxima obligatoriedad de las artes marciales en la escuela secundaria de Japón hacer aumentar el número de practicantes de judo y su nivel? Para saberlo habrá que seguir con atención la implantación de la reforma y el fortalecimiento del sistema de instructores, así como los resultados a medio plazo.
Los sucesores de Shinohara en la categoría de pesos pesados aparecían uno tras de otro: Inoue Kōsei, Suzuki Keiji, Ishii Satoshi. Todos ellos consiguieron ganar la medalla de oro: Inoue en los Juegos Olímpicos de Sydney en la categoría de 100 kg, Suzuki en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, en la categoría de más de 100 kg, y en las Olimpiadas de Beijing 2008 Ishii compitió en la misma categoría. Sin embargo, de cara a los Juegos Olímpicos de Londres 2012, Japón no tiene a ninguna estrella resolutiva en la categoría de pesos pesados.
Es preciso mejorar y expandir el judo competitivoEn Japón, a partir del año escolar 2012, las artes marciales, incluyendo el judo, serán obligatorias en la escuela secundaria. El Ministerio de Educación, Cultura, Deportes, Ciencia y Tecnología ha adoptado esta medida con el objetivo educativo de preservar la cultura tradicional y desarrollar una actitud de entendimiento mutuo. Según sus propias palabras, las artes marciales son “una forma de cultura característica de nuestro país” y “se buscará entrenar y competir respetando al otro a través de la comprensión del pensamiento tradicional de las artes marciales”. Sin embargo, la incorporación de las artes marciales a la asignatura denominada “Salud y Educación Física” ha generado un problema que nace de la escasez de maestros capaces de enseñar judo, y desde el punto de vista de la gestión de la seguridad se han señalado problemas. Ante estas circunstancias, la Federación de Judo de Japón ha decidido introducir el Sistema de Cualificación Certificado de Instructores de la Federación de Judo de Japón por primera vez desde el siguiente ejercicio fiscal, en 2013. Hasta ahora, los cinturones negros de más de 20 años de edad podían convertirse en instructores; pues bien, ahora se ha establecido una división en tres grupos; por ejemplo, los candidatos que tengan quinto dan (grado) o más podrán optar a la “categoría A”, y los que tengan tercer dan o superior estarán en la “categoría C”.
En Francia, que tiene el mayor número de practicantes de judo del mundo, este arte marcial japonés ocupa la segunda posición como deporte de competición por detrás del fútbol, y su enseñanza recae en los instructores de los dōjōs (lugar empleado para el entrenamiento de las artes marciales) de la comunidad regional que son poseedores de la correspondiente calificación nacional. El nivel de la titulación de instructor de judo está reconocido como equivalente a una licenciatura universitaria, y ocupa una posición muy destacada dentro de la sociedad francesa, que da gran importancia a los títulos. Además del anteriormente mencionado Douillet, está el francés Teddy Riner, que está considerado actualmente como el yudoca (practicante de judo) más fuerte del mundo. Riner ganó en la categoría de más de 100 kg del Grand Slam de París en febrero de 2012, torneo en el que ningún miembro del equipo masculino japonés obtuvo la medalla de oro. Al fijarse en Francia, país que ha sido capaz de dar yudocas de semejante nivel, se puede concluir que su éxito se sustenta en la consolidación de su estructura, basada en la cooperación entre el gobierno y la comunidad regional, lo que les ha permitido aumentar enormemente el número de practicantes y mejorar su nivel competitivo. Aunque hacer una comparación tan básica sería simplificar el problema, el número de practicantes de judo de Francia ha ascendido a 800.000 frente a los 200.000 que tiene Japón. ¿Podrá la próxima obligatoriedad de las artes marciales en la escuela secundaria de Japón hacer aumentar el número de practicantes de judo y su nivel? Para saberlo habrá que seguir con atención la implantación de la reforma y el fortalecimiento del sistema de instructores, así como los resultados a medio plazo.
El paso del judo por puntos al “judo de un ippon“
Durante un tiempo, el judo japonés sufrió con el énfasis excesivo que se daba a los puntos en las normas internacionales. En Japón, el espíritu del judo está imbuido de la mentalidad de vencer con claridad consiguiendo un ippon (literalmente, “un punto”; puntuación máxima que se concede cuando una técnica es aplicada de forma correcta). Es decir, aun prevaleciendo sobre el adversario por unwaza-ari (medio punto, otorgado cuando la proyección no hace que el adversario caiga completamente de espaldas), si no se logra un ippon, se podría perder el combate en cualquier momento: se debe seguir luchando hasta conseguir una victoria definitiva por un ippon. Aunque es razonable, en la práctica es una forma de pensar tosca y torpe que podría terminar generando cierto dogmatismo. Sin embargo, desde que en 2009 se abolió la puntuación por kōka (la menor puntuación), la tendencia en el judo mundial es la de ir pasando poco a poco del judo por puntos al “judo de un ippon”. Si se regresa al origen del judo, por así decirlo, ha llegado el momento de cuestionar el valor real de judo japonés. ¿Podrá el actual entrenador del equipo masculino, el anteriormente citado Shinohara, acabar ahora como instructor con la amarga situación del judo japonés que lo acompaña desde el pasado?
(Escrito el 13 de febrero de 2012)
(Traducido al español del original en japonés.)