Paginas

domingo, 26 de enero de 2020

Siempre con la verdad









Se ha dicho muchas veces: lo inteligente no es resolver los problemas, sino, prevenirlos.
Hace tiempo que el viejo Leo Corporán y yo venimos insistiendo en nuestras columnas sobre la necesidad de que prevalezca la transparencia en el deporte. Nuestro movimiento deportivo está repleto de gente buena y laboriosa, sobre todo, en los clubes, pero también existen víboras que sólo buscan notoriedad y resolver sus problemas económicos.
El deporte mueve millones, millones y millones de pesos en una sociedad como la nuestra, que todavía tiene altos niveles de pobreza.
Lo reitero, invertir en el deporte siempre será una prioridad, pero por Dios, antes de que algunos de nuestros dirigentes vayan a caer presos a la victoria, hay que empeñarse en reformas profundas que fortalezcan la transparencia.
Hay que insistir en poner definitivamente en vigencia la ley de
Deportes 356-05.
Al deporte le vienen días oscuros, si no no se crean de una vez y por todas los mecanismos que fiscalicen correctamente los
recursos públicos.
Siempre he pensado que el Comité Olímpico Dominicano debe asumir un rol de vanguardia en la lucha por la transparencia, pero lamentablemente, esa institución se mantiene envuelta en chismes baratos, con la gran desventaja de que su líder, Luisin Mejía, no tiene tiempo para asumir esa posición y ahí no se toma una decisión de importancia sin la presencia del jefe.
El Comité Olímpico Dominicano debe ser mucho más que deporte. Es una entidad con un gran impacto social y con un presidente, como el señor Mejía, que goza de prestigio internacional. Y yo me pregunto: ¿Cúal es la posición del COD ante la ola de feminicidios? Ninguna, pues han perdido elenfoque social, se han quedado en el aspecto economicista, sólo hablan de presupuestos.
Existe una realidad insoslayable: El amigo Luisín Mejía no tiene tiempo para darle horas de calidad al COD. Sus compromisos lo mantendrán casi siempre fuera del país.
Y es por eso, que se da como un hecho de que cumplirá su promesa de renunciar después de Tokio 2020.
En estos momentos hay pocas variables. Dos veteranos dirigentes gozan de la preferencia para dirigir el COD: José Manuel Ramos y Antonio Acosta (Colin). Uno de ellos tendrá la responsabilidad histórica de calzarse los zapatos de Luisin Mejía. Lo interesante sería escuchar sus propuestas con relación a la transparencia.
Antonio Acosta y José Manuel Ramos tendrán que empujar con ideas innovadoras a un COD anquilosado y a un sistema federativo, que salvo honrosas excepciones, sólo piensa en las subvenciones que recibe. Esperamos las propuestas y un debate serio de los antiguos aliados.