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miércoles, 22 de enero de 2020

LLEGADA JUDO A REPÚBLICA DOMINICANA
Jaime Casanova Martinez
Santo Domingo, República Dominicana.- Durante largos años he referido que la llegada del judo a República Dominicana corresponde a mediados de la década de los años 40 de manera rudimentaria y por medio de libros siendo los primeros practicantes Priamo Morel, Bayoan Pou y Sixto Rafael Inchaustegui Rodriguez.
La fecha de mediados años 40 esta en consonancia con la verdadera historia universal pues finalizada la Segunda Guerra Mundial en 1945 e iniciada la ocupación de los Estados Unidos de América con las fuerzas interventoras en Japón es el momento en que diferentes Artes Marciales inician masivamente su difusión a nivel internacional.
Sobradamente por diferentes medios se me endilgaba que cometía un error histórico pues la llegada, según esos adatleres, estaba sindicalizada a final de los años cincuenta con la el arribo de la inmigración japonesa al país de las manos del profesor Manoru Matsunaga, nada mas incierto.
En nuestras manos esta el folleto, anexo, de la Federación Dominicana de Judo del Kodokan, Fedojuko, de la celebración del 1er. Torneo Nacional de Judo el 4 de junio 1966 en el auditorio del Palacio de Bellas Artes de la capital dominicana donde en uno de sus párrafos resalta el dato supracitado.
Es de notar la veracidad de esta afirmación dado que precisamente el profesor Matsunaga debió estar de acuerdo con esta nota pues era miembro del Comité Ejecutivo de la Fedojuko en calidad de asesor el que estaba presidido por el señor Antonio Wittkop y ademas integrado por Manuel Yabra como vicepresidente, Thimo Pimentel y Moises Abkarian, secretarios; Antonio Ortega en funciones de tesorero y el doctor Octavio Kidd Silva como consejero.
Para consolidar esta fecha de arribo del judo al país hemos visto en facebook varias publicaciones sobre lo que titulan "Judo Historia Filosofía" por lo que nos permitimos anexar a seguidas parte de la publicación de marras, veamos:

Orígenes del Judo Dominicano. El eslabón perdido en el 1945 antes de la llegada del sensei Matsunaga en el 1957.

En las revistas publicadas por la Federación Dominicana del Judo del Kodokan, en los años 60, siempre se mencionaba a los señores Príamo Morel, Bayoan Pou y Sixto Inchaustegui como practicantes de Judo Rudimentario o de Libros, mencionan el año 1943. Nunca conocí a Don Sixto, ni a Príamo Morel, ambos en paz descansen, aunque conozco de la importante trayectoria de Don Sixto en el Judo Dominicano y otras disciplinas, además de conocer a Sixto, su hijo a través del Judo. 

De Don Bayoan no tenía referencia, quizás porque nunca pregunté. Ahora que estamos en el trabajo de presentar la historia del Judo Dominicano, menciono  a Don Bayoan y sorpresa, mi amigo y senpai René Saint-Amand es amigo de sus hijos y me coordina de inmediato la entrevista.

Don  Bayoan tiene 90 años. Está en una increíble condición de lucidez y física que parece de mucho menos de edad.  Nos contactamos para visitarlo en su casa. Cuando cruzo por el frente de su casa, me pasa por el lado un señor de caminar fuerte y fornido. Era el, estaba paseando.  Lo llaman y el regresa para acomodarnos en dos mecedoras para iniciar la entrevista.

La primera corrección que me hace es que no inician en el 1943 sino después de terminar la Segunda Guerra Mundial. Después del 1945. Las clases las daba un veterano retirado de la Segunda Guerra Mundial de nombre Jaime le decían Gim. Practicaban en la calle José Gabriel García próximo al club de la juventud y de la calle 19 de marzo. Hoy una casa medio abandonada. Recuerda que se apersonaron a ver esa persona que realizaba una especie de Kata y le preguntaron si podían tomar clases y aceptó.  

Ante este escrito incluí un comentario en facebook el que transcribo: 
A carajo, entonces ya aceptan que el Judo llegó a República Dominicana en la década de los años 40!

Muchas veces los humanos deseamos resaltar hechos o personalidades obviando lo que son los propios marcadores infalibles de la historia misma convirtiéndolos en promulgadores de lo que antes eran noticias falsas y ahora fake news.
Es de preocupación las publicaciones que hacen algunas personas o autoproclamados interlocutores al reseñar la historia del judo dominicano pues se quieren ceñir a cierta época determinada con el fin expreso de resaltar a tal o cual personaje, a tal o cual hecho por encima de épocas que realmente marcaron en definitiva el verdadero desarrollo del judo dominicano con expansión, fomento y masificacion de la disciplina a nivel nacional, intervención y logros internacionales, etc.
Mayor es la preocupación cuando personajes autóctonos del judo dominicano como Carlos Miguel Socias Rodriguez, Francisco Alcantara Mateo, Santiago Cuesta Diaz, Emilio Jimenez, Edmundo Peña, Fernando Giraldez, Alejandro Mateo Jimenez, Francisco Batista, Pedro Hernandez Bruno, Enrique Botello Rivera, Bienvenido Zayas Peralta, Alquimedes Ortiz Cruz, Percio Pujols Castillo, Dulce Piña, Eleucadia Vargas Reyes, Altagracia Contreras, Julian Abreu Jimenez, Juan Eligio Barcelo, Victor Calderon Solis, Marcos Reyes Torres, Erick Cedano, entre muchos otros, se mantienen pasivos sin reclamar los espacios de lo que corresponde al verdadero y efectivo desarrollo del judo dominicano.
Son los propios atletas los que han sufrido en carne propia la superposición de otros por encima de ellos y sus logros deportivos con una serie de dirigentes que han hecho oídos sordos a sus actuaciones las que elevaron el judo dominicano a un envidiable posición a nivel nacional, regional, panamericano y mundial.
No estamos en contra de que se recopile la historia del judo dominicano, obvio, pero la verdadera historia del judo dominicano sin ambages, preferencias y mucho menos tratando de omitir y por consiguiente satanizar a personas y entidades por encima de cualesquiera y con el fin determinado de resaltar a otros sin los merecimientos necesarios.

Jaime Casanova Martinez.

22 enero 2020.-