Paginas

domingo, 21 de noviembre de 2021

EL DEPORTE Y LOS CUARTOS…

 EL DEPORTE Y LOS CUARTOS…

Por Rafael Damirón


Ing. Rafael Damirón
Secretario del Pabellón de la 
Fama del Deporte Dominicano
Cuando hace poco más de un siglo Pierre De Coubertin planteó el restablecimiento de los Juegos de Olimpia, lo hizo motivado por la convicción de que el deporte es una manera de fomentar el desarrollo armónico del ser humano. Un concepto de armonía abarcador, desde lo físico, hasta lo ideológico y lo social.

Ese planteamiento no tardó en ser aceptado por la sociedad de aquella época, y en pocos años la actividad deportiva pasó a formar parte de la educación formal de niños y jóvenes en todos los niveles.

La motivación del deporte no podía ser más sana: educar el cuerpo y la mente de forma equilibrada. Y ese fenómeno excepcional no tardó en convertirse en objeto de seguimiento y admiración hacia el triunfo de los más hábiles, propiciando la evolución de una actividad recreativa hacia un espectáculo masivo.

Gracias a la revolución de los medios de comunicación, la actividad deportiva ha llegado a tener una trascendencia económica extraordinaria, llegando a convertirse en un modus vivendi directo o indirecto para millones de personas


Esa dualidad del deporte moderno hace que aquel virtuosismo original se haya convertido hoy en un serio dilema para quienes promueven el deporte: recreación o negocio?. Y no se trata simplemente de procurar patrocinios comerciales mediante una promoción bien encaminada hacia el público que disfruta del deporte, sino que diversas formas de manipulación distorsionan lo que fuera su objetivo principal.

Así podemos ver cómo hoy en día se retribuye el triunfo deportivo con sumas millonarias provenientes de las arcas del Estado, sin que nadie cuestione el engaño que esto ocasiona en la mente de esos jóvenes, creándoles un horizonte falso.

Y como “somos un país especial”, se ha llegado al extremo de propiciar una “danza millonaria”, premiando con más de 50 millones de pesos (fondos del Estado), repartidos en los triunfos pírricos de atletas desde el nivel municipal hasta el nacional, en un claro mensaje de que “en el deporte lo que hay es muchos cuartos y nada más”.